Mahou Cinco Estrellas ha tenido una gran evolución a lo largo de más de 125 años. Casimiro Mahou, francés de origen, tuvo el sueño de introducir la cerveza en un país dedicado al vino. Él no llegó a verlo, pero su mujer e hijos consiguieron cumplir su sueño y construyeron una de las cerveceras más importantes de España.
En 1890 bajo el nombre de Hijos de Casimiro Mahou, se constituyó Mahou por primera vez como industria cervecera dedicada a la producción de hielo y cerveza. La fábrica de Mahou se ubicó en una nave en la calle Amaniel 29 en el barrio de Malasaña de Madrid, la cual se dedicó anteriormente a ser un centro cultural. Hoy en día es el museo ABC de ilustración, pero no sólo se dedicó a la fabricación de cerveza sino también a residencias, despachos de cervezas, pinturas y óleos, botica de químicos y estudio de fotografía. Poco a poco se les empieza a quedar pequeña la fábrica y se trasladan a un complejo cervecero en el Paseo Imperial. En 1993 se vuelven a trasladar y se crea la mayor fábrica de cervezas de Europa en Alovera, Guadalajara.
La cerveza era un símbolo de desarrollo ya que se consumía en países más avanzados. En la década de los 80 el consumo de cerveza en España supera al del vino en un país tradicionalmente vinícola. Fuera de España también se reconoció la calidad de la cerveza Mahou obteniendo varias medallas de oro como en Bruselas en 1897 y 1907 y en París en 1900.
En 1969 la cerveza especial pasó a llamarse Mahou Cinco Estrellas, creándose un formato de 20 cl. llamado “Botijo” el cual tuvo mucho éxito durante muchos años. En 2005 se introduce un nuevo formato de botella, renovando la anterior, modernizándola y estilizándola con la nueva forma de cuello largo. Este formato perdura en la actualidad.
La clave para elaborar nuestra cerveza favorita está principalmente en el agua, levadura, lúpulo y malta, pero hay secretos que hacen diferente a Mahou de las demás cervezas, como el agua del Canal de Isabel II que es uno de los ingredientes que más calidad aportan a la receta tradicional de Mahou.
Por último, no podemos olvidar que la cerveza Mahou siempre ha estado unida a la gastronomía y su maridaje a lo largo de los años también ha ido evolucionando. En los años 40 y 50 se propone por primera vez acompañar la cerveza con marisco, algo totalmente innovador. Hoy en día sabemos que el aroma y cuerpo pronunciado de Mahou Especial la convierten en la compañera perfecta de todo tipo de guisos, carnes rojas e infinidad de tapas y canapés.
Ahora ya conocéis la historia de Mahou y la de Mahou Cinco Estrellas que perdura en el tiempo para satisfacer a los paladares más exigentes. En Valladolid, en Gregorio Díez llevamos distribuyendo Mahou desde hace 53 años, llevándola cada semana a más de 1800 clientes. Por eso es nuestra cerveza favorita y lo seguirá siendo muchos años más.
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